lunes, 16 de julio de 2012

A algunos días de las elecciones (del fraude)

Llego a mi casa y, a quince días de haber votado, me queda todavía el mismo sabor amargo de ayer, de antier, y de los demás días; soy parte de esa impotencia colectiva que se siente en el ambiente, que no se quita con una ida al cine o tratando de pensar positivamente. Pero no soy el único, millones de mexicanos lo sentimos y tenemos --estoy seguro de ello-- una corazonada de que el PRI, tenga que vérselas duras con un pueblo mexicano que exige justicia pero sobre todo, exige una vida libre, con mejores oportunidades y no lo que alcance a salpicar un gobierno autoritario, lleno de mañas y lleno de dinero del erario público. 

Y ya que no puedo ir a los puntos concurridos de la ciudad a gritar esta inconformidad por mi cuenta, sin antes ser tachado de fanático, mal perdedor, pejezombie, revoltoso, etc., he decidido crear un blog para hacer catarsis, y también por si hubiera alguno que no esté enterado de la situación política en México; aquí trataré de describirla, tratando de ser lo menos subjetivo que me permita el alma.

Para no andar con divagaciones, mi voto de estas elecciones se lo di al señor Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Cabe aclarar que lo hice después de informarme muy bien, meses antes del primero de julio. Dediqué horas enteras a ver documentales, leer en internet, en periódicos, platicar con muchas personas, etc., por lo que tengo  mi conciencia tranquila. Es deplorable ver la desinformación en torno a AMLO. Algunos medios de comunicación, motivados por la ambición del poder y obedeciendo a la razón de "favor con favor se paga", se han encargado de desfavorecer su imagen, de hacer creer que tiene ideas comunistas, de llamarlo "Peligro para México", y muchas cosas más. Pero por otro lado, elogian a quienes se encargaron de empobrecer al país en los últimos 30 años y omiten sus desfalcos, tiranías, corrupción, autoritarismo, y todos los adjetivos deshonrosos que usted le quiera colocar.

Es imprescindible mantenernos informados de la situación poselectoral. He escuchado comentarios como: “Pues ya nos fregaron otra vez, ahora hay que seguir trabajando duro”. Me pregunto hasta cuántas generaciones más iremos aguantando todo este lastre. Si desde el principio los mexicanos hubiéramos pensado así, seguramente hoy nos gobernaría algún descendiente de Maximiliano de Habsburgo. Ya muchos hemos despertado, pero faltan muchos más para que se unan a una causa justa, una revolución pacífica para alzar nuestra voz como una sola y hacer que valga, no solamente que se escuche.

El país está sufriendo un cambio impactante y yo quiero formar parte de ese cambio para bienestar de mis prójimos y de las generaciones venideras. Es hora de permanecer activo para hacer valer ya no solo un voto, sino tus derechos, tu libertad y un futuro mejor para México, porque después de todo lo que hemos pasado, ya nos lo merecemos.

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